¿Realmente, hay Democracia?
Severiano Gil
2014
Falla la base; mejor dicho, no la hay. Llevamos cuarenta años hablando de una democracia que NO EXISTE, desde el momento en que el pueblo NO GOBIERNA ¿Entonces a qué viene llenarnos tanto (y llenarse los políticos) la boca hablando de DEMOCRACIA?
La verdadera Democracia sería aquélla en la el PUEBLO participara en las decisiones del GOBIERNO (que ése es el significado de la palabreja). Y, ya lo vemos, NO ES ASÍ.
Al pueblo, lo único que se le deja es VOTAR para legitimar a la dictadura partitócrata que, lueGo, VA A DECIDIR a quién pone en tal o cual cargo, o qué leyes se van a promulgar o cuáles se van a derogar, y eso, amigos, NO ES DEMOCRACIA, se pongan como se pongan y por muy temprano que se levanten.
La VERDADERA Democracia seria aquélla en la que el pueblo, verdaderamente, votara al individuo sobre el que va a delegar el trabajo de LEGISLAR y GOBERNAR, y eso, aquí, no existe, sino que, como ya he dicho, con los votos del pueblo, se legaliza el gobierno dictatorial de un partido (que vaya usted a saber cómo se articula y quiénes deciden en él). Es decir, que nada ha cambiado desde que era presidente del Gobierno el almirante Carrero Blanco, por hablar de una época concreta.
Nadie opinó (salvo la pantomima aquella del referendum en pena dictadura) si los españoles querían ser una monarquía, una república o el coño de a Bernarda, nadie. El sistema monárquico lo impuso el general Franco, con dos cojones, y nadie se planteó comenzar de cero cuando la cosa acabó en 1975.
Todo lo contrario.
Se gastó mucho en maquillar lo que llamamos "transición", para convecer a lo españoles (pobrecitos ellos, tan huérfanos de ciencia democrática y tan necesitados de libertades) de que lo mejor era no sacar los pies del plato, ir a lo conocido y no innovar, perpetuar la oligarquía que mandaba entonces, y que se apresuró a buscarse un boquete en el que asentar sus reales, y pasar ante los demás como de "izquierdas o derechas de toda a vida", ¿os acordáis?, de manera que nadie de los "usuales" se tenía que apear de su estatus o su nivel.
Y hubo fachas que cambiaron la boina roja por el capullo "psoil", y rojos que se embelesaron con el vuelo de una gaviota, y, luego, "posicionados" ya en sus respectivos palcos, se guiñaron el ojo unos a otros al reconocerse y felicitarse por seguir ahí, arriba, en la poltrona..., sólo que había que convencer a Europa (y no a toda) y a USA (no a todos, salvo la clase dirigente) que íbamos a ser unos niños buenos que aborrecían el franquismo y se morían por entrar en el corralito privado del Mercado Común, que para eso había dinero y voluntad futuros.
Se trompeteó a los cuatro vientos cómo se avanzaba, cómo España salía del oscurantismo y creaba una democracia tan original que hasta el mismísimo partido comunista jaleaba a la Corona y ayudaba a entronizarla como elemento básico para el progreso político.
Y todos se lo creyeron, no "ellos", sino el resto del puebo, contento con que eso que llamaban Democracia se hubiese mudado a vivir en las viejas Españas.
Y así seguimos, llenando las urnas de papeletas para, cada cuatro años, dejar que un dictadura partidista decida nuestros destinos, con el refrendo, claro está, del número de votos coneguido.
Por eso, tal vez, no se deja hablar al pueblo cuando quiere hacerlo por libre, y por eso ni siquiera se contempla dejar que los catalanes decidan qué quieren hacer con sus vidas (nadie habla de separarse, sin sólo saber si la gente PIENSA que así debería ser).
Ya lo dje arriba: NO HAY DEMOCRACIA.
Severiano Gil
- Severiano
- Melilla, España
- Escritor e historiador. Nacido en Villa Nador (Marruecos) en 1955. Se traslada con su familia a Melilla a mediados de los sesenta, aunque no deja de estar en contacto con el entorno marroquí, en especial con la que fuera región oriental del antiguo Protectorado.
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